Esta simple pero divertida actividad ejercita tantas cosas que te asombrará:
El niño tendrá la capacidad de relajarse, desarrollar la atención plena, aprendiendo con la experiencia «a estar en el momento presente» , «a estar en el ahora». Además desarrolla los músculos finos al verter líquidos, seleccionar piezas pequeñas con precisión, la agilidad manual (tan necesarias para su autonomía, el proceso de escritura…), el orden y la limpieza al ayudar a recoger el material. Desde los más pequeños quienes podrán clasificar colores, hasta lo más grandes quienes añaden complejidad «pescando» al mismo tiempo la mayor cantidad de piezas.
¿Más diversión?, hagan remolinos en el agua, añade colorante alimentario, formen burbujas con jabón líquido.
Acompaña la actividad con música relajante…
Realízalo en casa y disfruta al ver a tus peques divirtiéndose sanamente.
Gracias por leer y compartir.