Colecciones de elementos naturales para actividades infantiles

Al realizar paseos al aire libre en familia podemos crear momentos especiales, entre ellos coleccionar recursos de la naturaleza con los niñ@s, aprender a seleccionarlos y categorizarlos según sus gustos e intereses, dándole un valor especial a cada pieza que seleccione.

¿Qué materiales pueden coleccionar? ¿Dónde almacenarlos? ¿Qué hacer con ellos?

  • Rocas: son divertidas y muy fáciles de encontrar, se pueden seleccionar por color, texturas lisas o ásperas, con cristales, destellos de luz, por su ubicación: de playa, montaña, ríos, del camino, del desierto… El niño podrá decorar su propio baúl del tesoro con cajas de zapatos, de madera, crear compartimientos o ubicarlas en cilindros transparentes como decoración.
  • Pétalos de flores y hojas: pueden crear un álbum de elaboración casera o adquirirlo en tiendas del ramo, añadir detalles tales como: lugar y fecha donde fue ubicada, frases, poesías, detallar por qué cada elemento de la naturaleza fue elegido, de qué tipo de árbol procede. Hacer un collage. Dibujar el aspecto que tenía la flor entera y su nombre. Con el tiempo será un hermoso catálogo de historias familiares.
  • Cristales marinos: estas bellezas son el resultado del desgaste de trozos de cristal, por efecto de la arena y el oleaje. Presentan bordes lisos y redondeados, con tamaños diversos, a veces con tonos escarchados. Pueden hacer diversidad de manualidades o elementos decorativos con los niños, por ejemplo con arcilla natural. Si los almacenan en un envase transparente expuestos a la luz del sol, permitiendo que sus rayos lo atraviesen, la colección brillará con todos los colores de los cristales.
  • Conchas y caracolitos marinos: quién no ha atesorado alguna vez una concha de mar, se ha dejado impresionar por sus tonos nacarados, la diversidad de sus matices, los patrones de sus líneas en espiral. Sin embargo, no podemos abusar de este tipo de acciones, muchos ecologistas incluso recomiendan dejarlas en su lugar de origen para no alterar el ecosistema marino, dado que son múltiples los beneficios que las conchas marinas aportan en sus espacios naturales.
  • Plumas: guardar plumas que estén limpias y con un aspecto saludable.

Cada elemento, puede ser un estímulo que invite a la investigación en cuentos, libros, documentales, revistas del área. Acércate a la biblioteca o museo más cercano en familia y ampliarán conocimientos interesantes sobre el mundo que nos rodea.

A continuación hay  dos ejemplos con los cuales ampliarás ideas para jugar con estos recursos naturales.