Aunque se necesiten ciertas dosis de paciencia (si sueles ser un poco controlador, te gusta el orden y la limpieza) sí que vale la pena hacer arte infantil en casa con nuestros niños, porque ciertamente brindarles esos momentos de libertad creativa es totalmente compensatorio.
Le pregunto a mi peque de 6 años, ¿Por qué te gusta hacer estas actividades de arte?, ¿Qué sientes al realizarlas?, mientras modelaba con arcilla y paletas de madera una casa para su brujita de juguete…, su respuesta llena de satisfacción y placer fue: «Porque siento que puedo crear sueños y hacerlos realidad»,» ¡Me siento como una artista en un mundo de manualidades!». ¡Pinchito en el corazón de felicidad para mamá!, pues vaya que esto nos alegra, incentiva y motiva a seguir birndándoles contacto físico, presencia real y sano esparcimiento.
Como educadora fue inevitable observala y reflexionar en vivo: qué ganamos con este tiempo lleno de pegoste, pasta moldeable, manteles coloreados, pinceles, charquitos de agua…Pues descubrí:
*Gestión de la frustración, no sólo en ella, en mi tambien, esa que llegó cuando cada una tenía una idea preconcebida de la casita que pensabamos hacer, pero que las leyes de la física de los objetos derrumbaba constantemente. Y es que en un primer momento teníamos una clara imagen mental, que al ejecutarla tuvo que cambiar y readaptarse, otro aprendizaje grande de vida.
Así que tuvimos que replantear las primeras ideas, buscar nuevas propuestas y solucionar problemas. (Como la vida misma).
*Aceptación, tolerancia y trabajo compartido, aspectos que surgieron naturalmente al intercambiar cada una puntos de vista, en expresiones como: «A tu estilo…», «A mi estilo…», «Te recomiendo…», «Sería interesante…», «Hay que seguir intentando…».
En el transcurso de la actividad, escucho un par de veces: ¿Te gusta cómo está quedando?, ¿Está bien?, ¡Mira qué bonito!, y aunque me encanta que necesite de mi aprobación (no lo puedo negar), siento que es un momento ideal para recordarle que principalmente le tiene que gustar a ella, sentirse feliz con la elección de sus diseños, colores, formas, tamaños, es lo verdaderamente importante. Si se equivocó, lo puede intentar nuevamente y no pasa nada. De esta forma crea bases de autoconfianza, seguridad y autoestima.
Finalmente, recordar que en cosas tan simples, sencillas y cotidianas desde edades tempranas, podemos crear vínculos, recuerdos y plantar semillas positivas si así lo decidimos, son breves minutos que pasan volando pero que seguramente crearán memorias.
Gracias por leer y comentar.